Yo estuve atada 3 días (o igual más), con 21 años recién cumplidos, mi madre había muerto 3 meses atrás (murió por accidente, al caerse por las escaleras del portal) y yo estaba en estado de shock, en pleno brote psicótico, sin entender que me pasaba, desorientada, perdida…

Me detuvieron, primero pasé un tiempo en un calabozo de la benemerita (no se cuanto) Luego vinieron los de psiquiatría, me trataron como a una mierda, (eran muy agresivos) me ataron en la ambulancia, me llevaron al hospital lafora y allí me desnudaron, pincharon que se yo y me ataron… Perdí la noción de el tiempo, drogadísima, asustada, sólo pedía que me desataran, cuando lo lograba yo, me volvían a atar…

Me pasé todo ese tiempo gritando ¡MAMÁ!, llorando, muerta de miedo, sola… Me atendían monjas, en particular a una la confundía con mi madre y la rogaba que me ayudara, cuanto más ayuda pedía, más fuerte ataban las correas, me hicieron mucho daño. Tardaron en localizar a mis hermanas, valvucee el teléfono de una de mis hermanas y llamaron, en mi expediente me calificaron como indigente.

Como era huérfana, intentaron ingresarme en una unidad de crónicos, mi hermana me salvó, firmando un documento como que se hacía responsable de mi. Mi diagnóstico, trastorno bipolar…

Fue mi bautizo como loca, de ahí en adelante mucho dolor. No podía hablar, ni cantar, apenas andar… Reajustes de medicación, multiples ingresos posteriores, intentos de suicidio, soledad, el trago de que te digan que tienes una enfermedad crónica, que tu vida nunca va a ser normal, que tú no eres normal.

Fueron 12 años de tratamiento y luego con mucho trabajo, me quité la etiqueta y me emponderé.

Son ya 8 años sin medicación y al margen de la tutela de un psiquiatra ( porque en salud mental nos tratan como a niñxs)

Hoy lo digo claro, yo no soy una incapacitada, ni una enferma que necesita tutela, en ese estado soy un ser sufriente que necesita ayuda, compresión; no violencia, ni contención, ni anulación. Este tipo de prácticas psiquiátricas deben desaparecer, denigran, humillan y en algunos casos incluso han muerto personas sin recibir la asistencia que requerían…

Nosotras, «las locas», queremos vivir sin estigmas, sin ser discriminadas, juzgadas, excluidas, maltratadas, humilladas, denostadas. ¡Queremos, merecemos VIVIR! ¡Ya está bien!